El mercado inmobiliario catalán consolida su tendencia al alza. Tras un 2025 marcado por la estabilización de precios y una demanda sostenida, los expertos coinciden en que 2026 se perfila como un año de crecimiento, tanto en el valor de la vivienda como en el volumen de operaciones de compraventa.
Según los últimos datos del sector, los precios han mantenido una línea ascendente durante los últimos meses, impulsados por la recuperación económica, la confianza de los inversores y la escasez de oferta en zonas de alta demanda. En áreas como la Costa Brava, Girona y el área metropolitana de Barcelona, esta presión se traduce en incrementos más acusados, especialmente en vivienda de obra nueva y segundas residencias.
Las previsiones apuntan a que en 2026 los precios podrían aumentar entre un 3% y un 5%, manteniendo una evolución sostenida y equilibrada. No obstante, los analistas subrayan que el mercado catalán muestra una mayor estabilidad que en etapas anteriores, con una demanda más selectiva y un perfil inversor enfocado en la rentabilidad a largo plazo.
Entre las tendencias que marcarán el próximo año destacan el interés por viviendas sostenibles, la digitalización de los procesos de compraventa y el crecimiento del mercado del alquiler, que sigue consolidándose como una alternativa atractiva frente a la compra.
Con este panorama, 2026 se presenta como un año clave para el sector inmobiliario, caracterizado por la confianza, la profesionalización y la consolidación de un mercado maduro y competitivo.
