Minimalista Se caracteriza por la sencillez y funcionalidad. Los espacios son abiertos y ordenados, con muy poco mobiliario y decoración. Predominan los colores neutros (blanco, gris, beige) y las líneas rectas. El objetivo es crear un ambiente tranquilo y sin distracciones, donde cada elemento tiene un propósito claro.
Industrial Inspirado en fábricas y naves industriales, combina materiales rústicos y acabados en bruto como el hormigón, el metal y la madera envejecida. Son comunes las tuberías a la vista, paredes de ladrillo y muebles de diseño sencillo pero robusto. Este estilo transmite un aire urbano y contemporáneo.
Rústico Este estilo apuesta por la calidez y la conexión con la naturaleza. Los materiales principales son la madera, la piedra y los tejidos naturales. Los muebles suelen ser robustos y con acabados artesanales. Los colores son cálidos, como los tonos tierra y beige, y crea un ambiente acogedor y tradicional.
Moderno Caracterizado por las líneas rectas y limpias, este estilo utiliza materiales como el vidrio, el metal y la madera lacada. Los colores suelen ser neutros o con contrastes marcados (blanco y negro, por ejemplo). El enfoque está en la funcionalidad y la estética depurada.
Clásico El clásico destaca por los muebles elegantes y elaborados, a menudo de madera oscura. Los colores son sofisticados, como los tonos crema, azul marino o borgoña. Incluye detalles ornamentales como molduras, columnas y tejidos lujosos que dan un aire de prestigio e intemporalidad.
Bohemio Estilo libre y creativo, combina colores vivos, texturas diversas y una mezcla de elementos de todo el mundo. Suele incluir piezas artesanales, tejidos con estampados y objetos vintage. Es ideal para personas que quieren un espacio personal y desordenado pero con encanto.
Mediterráneo Inspirado en las casas de la costa mediterránea, este estilo utiliza colores claros como el blanco y el azul, junto con materiales naturales como la piedra, el hierro forjado y la madera. Predomina la sensación de frescura y luminosidad, con espacios abiertos y aireados.
Vintage Este estilo recupera muebles y objetos de épocas pasadas, como los años 50, 60 o 70. Se trata de dar nueva vida a piezas antiguas o recicladas, combinándolas con elementos más modernos para crear un ambiente nostálgico pero actual.
Ecléctico Combina elementos de diferentes estilos, épocas y culturas para crear un espacio único y personalizado. Requiere equilibrio para evitar que el espacio parezca desordenado. Es perfecto para quien quiere expresar su creatividad sin reglas estrictas.
Nórdico Similar al estilo escandinavo, pero con más énfasis en la funcionalidad y la sencillez extrema. Prioriza la luz natural, los colores claros y los materiales naturales. Es cálido pero sobrio, con espacios muy ordenados.
Art déco Estilo elegante y sofisticado que se caracteriza por formas geométricas, colores ricos como dorado, negro o esmeralda, y materiales lujosos como mármol, vidrio y metal pulido. Muy presente en interiores de los años 20 y 30, aporta un toque glamuroso y vintage.
Japandi Fusión entre el estilo japonés y el escandinavo, combina la sencillez y minimalismo japonés con la calidez y funcionalidad nórdicas. Utiliza líneas limpias, colores neutros y materiales naturales para crear espacios tranquilos y equilibrados.
